La crinolina, también llamada miriñaque, fue un invento del año 1850. La gran impulsora de este invento fue la emperatriz Eugenia de Montijo, durante el segundo imperio francés. Esta moda mantenía las faldas ahuecadas con una estructura de metal. No era totalmente rígida, se movía con el balanceo de las piernas y cualquier presión sobre ella, hacía que se moviera uniformemente. ¡Qué novedad! Gracias a la crinolina, las seis capas de enaguas almidonadas desparecieron.
El problema fue que las mujeres no eran conscientes de su volumen cuando las llevaban puestas. Imaginaros que, de repente, vuestras piernas ocupan dos metros de ancho en forma de círculo. ¿Creéis que podríais controlar vuestro espacio vital? Y el otro problema era que no existía la calefacción para ese entonces, sino chimeneas.
Sí, tal y como podéis imaginar, las damas del siglo XIX morían quemadas. Deseosas de calor, se acercaban a los hogares prendidos y sus faldas se quemaban. La crinolina no ayudaba a los demás a socorrerlas y terminaban con graves quemaduras en su cuerpo que les causaban la muerte.
The New York Times informa el 20 de febrero del año 1858: «en la que encontramos catalogadas no menos de diecinueve muertes por esta causa, ocurridas en Inglaterra, entre el 1 de enero y mediados de febrero».
«The New York Times estableció un promedio de tres muertes semanales a causa de la crinolina. No exageraba: solo Oscar Wilde perdió dos hermanas (por parte de padre) abrasadas a causa de sus enormes faldas. Emily y Mary fueron invitadas a un baile. La falda de una de ellas se incendió a causa de la crinolina mientras bailaba el último vals. El fuego alcanzó el vestido de su hermana, que se había acercado para intentar ayudarla. Aunque el anfitrión trató de cubrirlas con su capa y las hizo rodar escaleras abajo hasta la nieve, no pudo hacer nada por salvarlas. La muerte de Emily y Mary, en 1871, fue un hecho traumático para el poeta irlandés, que ya había visto morir a una hermana. Solo Northern Standard se hizo eco de la tragedia. Texto extraído de: https://www.yorokobu.es/muerte-y-contrabando-las-consecuencias-la-crinolina-victoriana/ .»
Una respuesta a «Crinolina: una asesina de la época victoriana»
[…] La crinolina, a pesar de parecer un objeto tortuoso, fue una liberación para las mujeres de la época. Que sustituyeron las pesadas capas de ropa por este esqueleto hecho de metal. Claro que todo sus ventajas e inconvenientes, puesto que lo que ganaron en ligereza lo perdieron en seguridad. Varias mujeres murieron quemadas a causa de este artefacto (Lee aquí sobre la crinolina). […]